ANALISIS IMPARCIAL DE
DOS AÑOS DE GOBIERNO.
Aurelio
Altamirano Hernández
El
triunfo electoral indiscutible.
El día primero de Julio de 2020, se cumplieron dos años del
histórico triunfo de la oposición popular en las lides electorales. Después de 110 años
de iniciado en 1910 el movimiento democrático que se consolidó con la creación
de la III República consagrada en la Constitución revolucionaria de 1917, podemos decir, a
pesar de la opinión contraria de la reacción conservadora y de los radicales de
la extrema izquierda, que la nación mexicana tiene por primera vez en su historia un gobierno
electo por las mayorías.
Los voceros de ambas
oposiciones, agrupados en el ala derecha o ultraderecha de los partidos PRI, PRD, PAN y sus satélites, y hasta algunos del
mismo partido MORENA así como muchos más diseminados en
diversos grupos políticos, señalan que 30 millones de votos no son la mayoría del padrón electoral, pero
no dicen que esos 30 millones sí son la mayoría de los que votaron en julio de 2018.
El resto de votantes se reparte entre los demás partidos satélites,
--éstos ideados irónicamente para dividir y confundir la elección--, además
de los miles de incapacitados y hasta muertos que aparecen en el padrón electoral. La
enorme masa de irresponsables que se
abstuvieron de votar, no cuentan
como fuerza ciudadana porque se
conforman con su estado actual o son fanáticos del “me importa poco quien gane, todos son iguales”.
Desde cualquier punto de
vista, desde cualquiera posición política, un triunfo arrollador de la
oposición es digno de ser examinado con atención por ganadores y perdedores,
para aprender lo no conocido y con lo
bien experimentado organizar las luchas
posteriores.
Un
plan de gobierno innovador en marcha.
El 1º de diciembre de 2020 asumió el poder un movimiento popular motivado,
entre otros, por los siguientes objetivos:
1) erradicar la corrupción o podredumbre en el
manejo de los presupuestos
públicos, 2) defender el patrimonio nacional, energéticos y minas y servicios
estratégicos que se han estado entregando al extranjero, 3) atención de los principales factores del bienestar social:
alimentación, vivienda, salud y educación de las clases sociales marginadas, 4) inversiones del capital privado y
extranjero con estricto apego a las leyes mexicanas, y 5) elecciones limpias, sin fraudes, que sean la expresión de la
libre voluntad popular.
Se dejó en segundo término, un tanto al margen,
otros factores del bienestar, como el
ingreso por empleo y las prestaciones sociales, la recreación y aprovechamiento
del tiempo libre, los derechos sociales consagrados constitucionalmente y la
seguridad y protección civil. Aunque se entiende que éstos reciben cumplimiento
en la medida que lo permite la atención de los temas prioritarios.
El despertar cívico del pueblo mexicano.
Sin prejuzgar las
posibilidades de que el partido que ganó las elecciones, pueda o no cumplir cabalmente con sus promesas y mejorar sus planteamientos, a lo largo del sexenio
2018-2024, podemos afirmar que la
derrota electoral de dos partidos (PRI y
PAN) de gran trayectoria política en el escenario nacional, representa el
despertar de la conciencia cívica de todo un pueblo que se creía fatalmente
condenado a permanecer atado a los caprichos de una oligarquía audaz y
depredadora. Sí, de una oligarquía en que degeneró hacia mediados del siglo XX todo el movimiento
revolucionario que tuvo destellos de avance democrático, realizado con
altibajos, en la etapa constructiva de 1920 a 1940 , en el periodo cardenista y
en la llamada década del desarrollo
estabilizador, 1958-1968.
El triunfo electoral de
MORENA en 2018 representa para ese partido un enorme capital político,
que bien aprovechado puede significar una verdadera revolución pacífica, que tanta falta a nuestro país, en un mundo convulsionado y proclive a
la guerra devastadora. Sería una lástima que se desperdiciara un gran esfuerzo
popular a favor de un movimiento cívico
transformador, si se diera la falta de
consolidación del partido, el
incumplimiento de las metas ofrecidas y
la ausencia de definición política
claramente popular y reivindicatoria. Ya sabemos que actualmente no existen aún
las condiciones objetivas y subjetivas para el establecimiento de un gobierno
francamente revolucionario en México. Ha habido y hay cuando más algo parecido
a la social democracia, la democracia cristiana o un ensayo de teología de la
liberación.
No
se puede esperar que haya milagros.
A dos años de distancia de las elecciones de 2018, es factible hacer
una evaluación del desempeño del nuevo régimen, en los aspectos económicos,
políticos y sociales. Es sabido que la maquinaria oficial es muy pesada y que movilizar todas las palancas y resortes
se lleva tiempo¸ por eso alguien comparó al gobierno federal con un “elefante
reumático”; pero si el nuevo régimen tiene metas y objetivos muy precisos,
existe la voluntad política de darles alcance
y se motiva el interés de toda la
burocracia en ese sentido, es posible descargar en todo el sistema la energía suficiente para mover con agilidad toda la estructura gubernamental,
y de esta manera presentar resultados significativos.
Los expertos de la
macroeconomía, o sea la economía en
grande, utilizan el concepto de Producto
Interno Bruto (PIB) para asignar un valor a toda la producción de bienes y
servicios de un país o región en el
periodo de un año. También utilizan el Producto per Cápita (PPC), o sea el ingreso
promedio por habitante (IPH) resultado
de dividir el PIB entre el número de habitantes del censo del mismo año.
Ambos términos, PIB y PPC se
usan para evaluar el nivel de desarrollo de los sectores primario (agricultura,
ganadería), secundario (industrias extractivas y manufactureras) y terciario (servicios en general), tomando
en cuenta también el consumo interno y la exportación.
Son
necesarios nuevos enfoques.
El titular del Ejecutivo, en
fechas recientes, ha señalado que tanto el PIB como el PPC no muestran con claridad el nivel alcanzado en el área del
bienestar social. En efecto, el PIB sólo da idea del volumen de la producción
de bienes y servicios, que por lo general está en manos de de la inversión
pivada (IP), los poseedores de los
medios de producción, personas físicas y
morales, dueños o concesionarios de campos de cultivo, bosques, reservas de agua,
minas, pozos petroleros, fábricas y talleres, y no dice de la participación del
grueso de la población en el disfrute de esos bienes y servicios. Por su parte,
el PPC es una cifra general inaplicable
a las diversas clases sociales de
la población, entre las cuales hay
diferencias muy marcadas en el nivel de desarrollo económico-social.
En mi opinión, los índices
de bienestar social se deben obtener de las cifras que arroje el desarrollo de cada uno de sus factores,
entre los cuales sobresalen la alimentación, la vivienda, la salud y la
educación. Además de la ocupación o empleo, el ingreso, la recreación y la
seguridad. El INEGI tendría el
compromiso de ampliar el Catálogo Nacional de Indicadores y con base en éste formular
la metodología para recopilar, organizar y examinar la información estadística nacional de cada uno de los
factores mencionados, con el fin de presentarlos en gráficas y tablas accesibles
a la población y útiles como instrumentos de evaluación cuantitativa para la formulación de los
planes de gobierno.
El
desarrollo económico afectado por diversos factores.
La tasa de crecimiento del PIB de 2018 fue una
vez revisada de 2.2% y en 2019 alcanzó
el -0.3%.
El PIB de México en el primer trimestre de
2020 fuede 277,226 millones de euros,con lo que México se ubicó como la economía 14 en el ranking del PIB
trimestral de 50 países estudiados.En el trimestre enero-marzo de 2020 la economía mexicana
registró una tasa de –0.03% , inferior al cuarto trimestre del año anterior que
registró una tasa de-0.06%. En general
los sectores productivos en México tienen
un bajo desempeño en los dieciocho meses del régimen actual. A mayo de 2020 se
registran cuatro trimestres consecutivos de contracción económica.
El sector primario, que agrupa agricultura,
ganadería, actividades forestales, caza y pesca fue el único que tuvo un
crecimiento de 1.1% en el comparativo
anual de 2019. El sector secundario, que comprende minería, industrias manufactureras, producción y distribución de energéticos, registró bajos
resultados
Es de tomarse en cuenta que
entre los factores que han influido sobre el comportamiento del PIB están la
depresión económica que afecta a muchos
países y de manera severa al nuestro,
y la pandemia viral que ha trastornado seriamente la economía y la calidad de vida de
la población mundial.
El primer semestre de
2020 presenta un panorama deprimido en
el cual han sido perjudicados los tres sectores de la economía nacional. Más de
80 millones de personas han sido confinadas en sus hogares para resguardarse
del contagio, las escuelas públicas y privadas suspendieron las clases,
numerosas empresas industriales y comerciales
consideradas no esenciales han cerrado sus puertas para contribuir a
mantener la sana distancia entre la población
Se produjo un incremento del desempleo porque
muchos trabajadores fueron despedidos
por el cierre de los negocios; las pequeñas y medianas empresas se ven en apuros para recuperar y mantener la planta productiva; los
pequeños comerciantes, fijos, semifijos y ambulantes y los trabajadores
asalariados de bajos e irregulares
ingresos, se han visto en situaciones muy difíciles con grave exposición a las
carencias de alimentos y mayor
exposición a la pandemia y las demás enfermedades endémicas.
El descenso en la economía mexicana en 2020 se señala
en 8.97% según cálculos del Banco de
México. El desplome del PIB se calcula en
-1.2% para el primer trimestre,
respecto al cuarto trimestre de 1919, y
se prevé que seguirá en descenso hasta el primer trimestre de 2021. El
Producto per Cápita de México está por
debajo de los primeros 40 países de un total de 50 encuestados.
En este escenario crítico,
destaca la política hacendaria que se ha significado por una campaña permanente
enfocada a la ´protección de los recursos para evitar los gastos superfluos,
promover la austeridad y sobre todo la recuperación de enormes cantidades de
impuestos, miles de millones de pesos,
ilegalmente retenidos por grandes empresas que se han aprovechado de
lagunas legales para evadir y eludir el pago de las contribuciones fiscales.
Eso ha creado, en el dicho de comentaristas de la oposición, una confrontación
que señalan como nueva, cuando en realidad esa confrontación ha existido
siempre, si bien ha sido disimulada por arreglos subterráneos que han conducido
a la impunidad.
Medidas
de emergencia para afrontar la crisis.
El gobierno ha estado
implementando varios mecanismos de apoyo económico para diversos sectores de
la población. Por ejemplo, a las pequeñas empresas con 1 a 10 trabajadores
afiliados al IMSS se les otorgó un crédito a la palabra por 25 mil pesos,
pagaderos en abonos con un rédito muy bajo a un plazo de cuatro años, con el
fin de mantener su nómina.
A los trabajadores del
campo de escasos recursos, se les ha
refaccionado con fondos para mantener los cultivos de autoconsumo; se
implementó un programa extensivo de reforestación con plantas frutales y
maderables para dar empleo a
trabajadores del medio rural y contribuir al mejoramiento ambiental; las
becas a los estudiantes de todos los niveles se mantienen, no obstante estar
suspendidas las clases; las madres de familia de las guarderías reciben apoyo
económico y las sociedades de padres de familia de las escuelas primarias han
recibido fondos para el mantenimiento de los planteles.
Los adultos mayores reciben
cada bimestre una pensión de 2,620 pesos, del cual se les han hecho adelantos
hasta el mes de octubre del año en curso, y a partir de enero de 2021 se incrementará a 2,700 pesos. Las entregas de dinero se hacen directamente
a los beneficiarios por conducto bancario, se evitan los intermediarios por la
nefasta experiencia de que en
administraciones anteriores los fondos llegaban mermados a su destino por prácticas ilícitas.
La entrega de estos recursos
a la población más necesitada cumple con una función social, la de paliar un
tanto la difícil situación económica de grandes núcleos marginados. Significa
apenas una porción de los beneficios que recibirían si el sistema de economía
política estuviera enfocado a privilegiar los derechos sociales en lugar de los
privados.
Pero tampoco se puede
proseguir en ese plan de redistribución de la riqueza social. El presupuesto nacional
debe dedicarse al fomento del patrimonio social
como son las comunicaciones, carreteras, ferrocarriles, aeropuertos,
puertos marítimos; a la construcción de escuelas de todos los niveles, a becas para estudiantes y profesionales y fomento de la investigación científica.
Esos recursos deben servir para incrementar la producción del campo con la
formación de cooperativas que utilicen el potencial de las tierras ejidales y
comunales; así como cooperativas de obreros y artesanos que operen plantas
productivas de diversos artículos de consumo popular.
Se debe procurar en el plazo
de 4 años que le quedan al régimen lopezobradorista sentar las bases para
recuperar la intervención del Estado en la totalidad de las empresas
paraestatales de carácter estratégico. Hace falta fomentar las tiendas de
interés social como las que patrocinó CONASUPO en años atrás, y las
tiendas sindicales que fueron
abandonadas, cuando el empresariado (Canaco) protestó por una supuesta y nunca
comprobada competencia desleal.
Situaciones
heredadas y su impacto en el equilibrio inestable.
Los trimestres tercero y
cuarto de 2020 se ven difíciles de remontar, por la incertidumbre que hay sobre
la evolución de la pandemia actual, por la
crisis económica y sus antecedentes que datan de tiempo atrás;
también por la amenaza latente de inundaciones, sismos, incendios forestales y
otros desastres recurrentes en la historia nacional
.El desempleo endémico en el
país ha incrementado la expulsión de mano de obra al extranjero, principalmente a EE.UU., en donde se alcanzó,
en 2018, la cifra de 38.5 millones de migrantes mexicanos. Ellos
en su mayoría se dedican a actividades agrícolas, manufactureras y de
servicios y de sus ingresos salariales envían
a sus familias en México remesas que superan los 35 mil millones de dólares
anuales. Este ingreso destinado a las
clases más necesitadas de nuestra población significa un apoyo muy importante a
la economía nacional.
Sin embargo, México no debe
estar esperanzado a que la exportación de mano de obra resuelva los problemas
de sobrevivencia de una gran parte de la población.
Un
grave incidente que parece premeditado.
Apenas inaugurado el
gobierno de MORENA, una oleada de miles de migrantes procedentes de Centroamérica,
principalmente de Honduras y Guatemala,
que buscaban ingresar a EE.UU, vía México, creo una situación de emergencia que
el gobierno mexicano afrontó con acertadas medidas diplomáticas, de protección
de los derechos y de salvaguarda de la dignidad nacional y de la solidaridad
con los países centroamericanos.
La
pandemia en fase de empeoramiento.
El año 2021 empieza con un
recrudecimiento del ataque de la pandemia Covid-19 que ha causado un enorme
daño a la población más de 100,000 defunciones, al grado de que prácticamente
se está en estado de alerta media en toda la extensión nacional, salvo dos
estados, Campeche y Chiapas, que están en una situación baja de incidencias. No se ha caído en el
endeudamiento acostumbrado por otros regímenes en estos casos, hay suficientes
recursos para adquirir las vacunas que ya hicieron su aparición y se están aplicando, en primer término al personal de
salud que está en la primera línea de batalla y se continuará en breve tiempo
con los sectores más vulnerables.
Promesas
de campaña en vías de realización.
Cuatro de los principales propósitos del régimen
lópezobradorista, el nuevo aeropuerto internacional de la CDMX, la refineria de
Dos Bocas, el Tren Maya y el ferrocarril interoceánico del Istmo, están en
marcha, a pesar de la situación de riesgo económico que implica destinar enormes cantidades de dinero a la atención prioritaria de la
salud pública. La construcción de la refinería de Dos Bocas busca aumentar la
producción de gasolina para el abastecimiento nacional a precios
antiinflacionarios, y el proyecto de rehabilitación del complejo petroquímico
pretende alcanzar la autosuficiencia en
derivados del petróleo. Todo eso está bien, está basado en la mejor intención y
es factible si se le aportan los recursos suficientes. Solo hay que prever las
maniobras de las transnacionales, que
acostumbran recurrir a prácticas desleales para dañar a las empresas
nacionalistas.
La construcción del Tren
Maya retoma un antiguo proyecto que
quedó relegado al olvido como otros a la caída del régimen porfirista. Ha
sido muy controvertido por la oposición, que ha argumentado daño al medio
ambiente, que es incosteable o
improductivo y otros motivos, con el supuesto de que sería mejor construir una
carretera en la misma ruta en lugar del tren. No tardará en definirse esta cuestión
al ponerse en operación completa el Tren de la Península.
La construcción del nuevo
aeropuerto de la CDMX es otro tema conflictivo que ha asumido el gobierno
actual y al que apuesta con toda su
capital político, al igual que la rehabilitación del ferrocarril interoceánico del Istmo, que
resultó dañado desde 1915 por la competencia desleal del Canal de Panamá.
El
panorama político doméstico e internacional.
En el escenario político se
apunta la contienda electoral que en junio de 2021 decidirá la nueva
conformación de los poderes ejecutivos y legislativos de varias entidades de la
Federación. El partido en el poder enfrenta un reto formidable y tiene que echar
mano de todos su capital político para buscar la confirmación de su presencia
mayoritaria, misma que le ha ayudado hasta ahora a sacar adelante buena parte
de sus promesas de campaña.
Por su parte, la oposición
ha renovado, ahora de manera abierta y declarada, una alianza de los tres
partidos más conocidos, con el fin de disputar el sufragio en las próximas
elecciones.
Una alianza de gobernadores
de la oposición, llamada Alianza Federalista, ha intentado desestabilizar el
ambiente político. Son una minoría que ha hecho mucho ruido a cargo de los
medios informativos tradicionalmente comprometidos con la derecha, aunque saben
bien que no se puede clasificar
honestamente al régimen actual como de izquierda o revolucionario. Es de
tendencia social demócrata, maneja la tolerancia religiosa como recurso político, aunque procura mantener cierta distancia con el
clero, sin caer en un laicismo declarado.
La creación de la Guarda
Nacional, implementada sin apego al concepto clásico de este tipo de fuerza
pública (solo necesaria para apoyar a las fuerzas policíacas en algunos eventos o al Ejército en caso de invasión extranjera), generó críticas que hablaron de
militarización del país. Esto no ocurrió porque toda la administración pública
siguió en manos de civiles, y solo parte de la misma, como las aduanas,
necesitaron la intervención de la fuerza pública para garantizar la aplicación
de la ley.
Lo que sí se dio fue la
formación de un ejército paralelo, aparentemente formado por civiles, pero
claramente militar y bajo mando castrense..
La inestabilidad causada por
la rebelión disimulada, disfrazada de desacuerdo administrativo, de varios
gobernadores, señalados como separatistas, al mismo tiempo que la agitación generada
en círculos del Ejército supuestamente
ligados a negocios ilícitos, dio la explicación o tal vez la justificación de
la Guardia Nacional, Todavía se habla, a veces sin ninguna base sólida, de la
existencia de militares golpistas.
Incertidumbre en el ambiente político.
,El desenlace de la contienda electoral de
2021 no se puede predecir con certeza,
hay varios factores que señalan la debilidad de ambos frentes. En los dos años anteriores todos descuidaron
la reorganización, unos embelesados en el triunfo y otros anonadados en la
derrota. Se ha incurrido en improvisaciones en ambos bandos, y con los
antecedentes no muy recomendables que arrastran varios protagonistas de primera
línea, el descontento y la incertidumbre se cargan en el Debe de los que
pecaron contra las aspiraciones democráticas.
Cuenta también con bastante
peso el entorno internacional. El triunfo de los demócratas en EE.UU. , exhibe
un abanico de posibles cambios en el manejo de las relaciones económicas y
políticas entre México y el vecino del norte. Aunque es bien sabido que los dos
partidos yanquis son las dos caras de la misma moneda.
En este escenario, el gobierno mexicano estará
atento a los equilibrios del poder en el
ámbito mundial y tendrá que aprovechar las mejores coyunturas para mantener la
estabilidad económica y política y avanzar en el fortalecimiento de la
independencia y la soberanía nacional.
Córdoba, Ver., 5 de Enero de 2021.