sábado, 24 de octubre de 2015

BIIDA NACIA. La partera del pueblo.


BIIDA NACIA. La Partera del Pueblo.

La conocimos como Biida Nacia. Biida  se dice en zapoteco a la abuelita –su nombre verdadero era Ignacia y nunca supimos sus apellidos—; delgada, un poco más morena y alta que las mujeres del pueblo, cabello ensortijado, nariz un poco prominente, revelaba una lejana ascendencia  afrozapoteca .Vivía en una casita situada en la loma de la tercera sección (actual parte de la 2ª),y era la partera más reconocida del  pueblo; había asistido a la mayoría de las  mamás en los trabajos de parto y la verdad que todo mundo le estaba muy agradecido por sus conocimientos y habilidades. Desde que tengo memoria recuerdo que mi mamá me dijo que la saludara siempre con mucho cariño como si fuera mi verdadera abuelita, y así lo hice en toda ocasión que me la encontraba. Ya en uso de razón me platicó mi mamá que Biida Nacia fue la partera que la ayudó a traerme al mundo.
Un amigo de la infancia me hizo el siguiente relato de una de las proezas de Biida Nacia:
Las señales preliminares del parto aparecieron alrededor del mediodía.  Por algún motivo fueron  aceptados  al principio los servicios de una partera vecina que se ofreció a atender el parto. Un médico sólo se encontraba a más de 40 kilómetros, en Ixtepec ó Juchitán. Quizás pensarían mis padres que siendo  el quinto alumbramiento  y que ninguno de los anteriores había ocasionado problemas, éste que se anunciaba iba a resultar  igual y sin complicaciones. Transcurrieron las horas y los signos y síntomas  del próximo alumbramiento se hicieron evidentes. Los recursos elementales estaban preparados: abundante agua hervida, jabones, alcohol, agua oxigenada, aceite, toallas y sábanas. También una cinta  roja, que se usaba para atar el ombligo, pues la sabiduría popular conocía que  la cinta    estaba teñida  con  un colorante químico  de propiedades antisépticas. Estaba demostrado que los orificios practicados en los lóbulos de la oreja s de las mujeres para colgar los aretes no se infectaban si se dejaban cicatrizar colocándoles un hilo rojo.
Ya entrada la noche se hizo preocupante la situación. La partera puso en práctica sus sin duda escasos conocimientos; ensayó posturas, masajes en el vientre, fomentos y quién sabe cuánto más sin ningún resultado. Las horas transcurrían y la angustia empezó a apoderarse  de la familia reunida. Mi abuela materna, mujer de carácter decidido, ante la incompetencia de la partera que se declaró impotente, ordenó llamar urgentemente a Biida Nacia, su partera preferida, quien acudió presurosa y se hizo cargo de la situación. Sus primeras palabras fueron de aliento y esperanza para la parturienta que estaba casi al límite de su resistencia. La  examinó cuidadosamente, se aseguró de que el material necesario   estuviera en orden y salió de la estancia. Llamó aparte a mi padre y con voz queda y muy seria le dijo que el caso estaba muy difícil, pero que iba a hacer todo lo posible para salvar la situación.  Regresó presurosa a atender a la parturienta. Palpó el vientre adolorido, acomodó  la criatura como mejor pudo pues ésta venía en posición podálica, es decir, con los pies por delante. Quién sabe cuántas maniobras habrá realizado Biida Nacia en tan apremiante situación. Recordó sin duda su experiencia de cientos de casos, algunos tan difíciles como el actual.
Los minutos transcurrieron tensos. Hacia la medianoche la sorpresa conmocionó a los presentes. El grito de triunfo del recién nacido llenó la casa y los más no pudieron contener las lágrimas de alegría. La partera anunció emocionada que había nacido un robusto varón, a quien previamente  había propinado una buena nalgada  --bien merecida--, para provocar el llanto. Eran los primeros minutos del 12 de noviembre de 1933.



sábado, 17 de octubre de 2015

EDUCACIÓN PUBLICA EN SANTA MARÍA PETAPA, OAX. MEXICO

  EDUCACION PÚBLICA EN SANTA MARIA PETAPA, OAX.

En la segunda década del Siglo XX,  como resultado de las transformaciones operadas por el movimiento revolucionario iniciado en 1910, se inició una intensa movilización a lo largo y ancho de  la República Mexicana en  favor de la educación pública, destacándose  la atención prestada a las escuelas primarias en el medio rural.

El 13 de febrero de 1919  (*) se instaló en Santa María Petapa, Oax.,  la  primera escuela pública de la comunidad, en un local del antiguo edificio del palacio municipal que actualmente, ya remodelado,  ocupa la casa parroquial .El plantel recibió  el nombre de Escuela Primaria Rural “Vicente Guerrero”, y estuvo atendida por un solo maestro desde su fundación hasta finales de los años cuarenta, en que se impartieron los cursos del primero al cuarto grado Desde entonces perteneció a la circunscripción de la Inspección Escolar Federal con sede en Matías Romero, Oax. Entre los primeros maestros que tuvieron a su cargo la Escuela mientras fue de un solo maestro  y permanecieron varios años en la comunidad,  se recuerda a Hilarión Cruz,  Hermilo Ordaz, Félix Aragón  y Leopoldo Castillo Meneses.

Anteriormente no existió ningún tipo de escuela  en el pueblo. El señor  Francisco Vásquez, que tenía su casa  donde termina actualmente  hacia el oriente la calle  Independencia,  impartía clases elementales de escritura y lectura a contados niños y niñas. Eran muy pocas  las  familias que estaban  en condiciones de dar a sus hijos una educación rudimentaria. 

La primera  escuela funcionó en el local antiguo que le prestó el Ayuntamiento  hasta 1938, año  en que se construyó el actual palacio municipal. Era una tejabana de dos aguas, de paredes de adobe y piso de ladrillo rojo cuadrado; una mitad longitudinal, la del lado poniente, prácticamente una galera,  servía de salón múltiple en donde se distribuían los grupos del primero al cuarto año. La otra mitad que queda hacia el oriente servía de corredor con  gruesas columnas de ladrillo. El edificio ha de haber sido construido en el siglo XIX cuando el pueblo fue elevado a la categoría de municipio libre. Todavía en 1945 cuando las autoridades del municipio ya tenían años de haberse  cambiado  a su nuevo edificio, una de las cárceles de reja de madera cuadriculada, seguía instalada, aunque en desuso, en el extremo sur del edificio escolar. Un año después fue demolida y convertida en salón de clases.

Los mesabancos de madera  eran enormes, cabían en ellos cómodamente seis  o más alumnos,  estaban pintados de color gris, y fueron construidos, lo mismo que los pizarrones,  por  carpinteros de la localidad, entre los que destacó el señor Toribio Gallegos. El grupo de 4° año trabajaba en dos mesas rectangulares. Los mesabancos para dos alumnos fueron adquiridos a finales de los años cincuenta.

A raíz del conflicto civil-religioso  que se produjo en la República durante  los años 1926-1928  y que trajo como consecuencia la salida del párroco y la suspensión temporal del culto,  el curato de la iglesia local se convirtió en salones de clase. En ese periodo un comité de ciudadanos católicos tuvo a su cargo las instalaciones parroquiales. Después de 1938, cuando las oficinas municipales se trasladaron al nuevo palacio, la escuela se concentró en su antiguo local.

El  maestro Castillo Meneses, juchiteco,  graduado en la Escuela Normal Rural de Comitancillo, Oax.,  llegó a Petapa hacia 1946. Anteriormente había prestado sus servicios en la comunidad de La Maceta del municipio de Santo Domingo Petapa.  Desde el inicio de su gestión se notó un cambio positivo en la labor de la escuela dentro de la comunidad. Se trabajaba entonces el horario discontinuo; maña y tarde. Estableció la escuela nocturna para adultos; los alumnos estudiaban  a la luz de candiles de petróleo improvisados con botellas, porque no había luz eléctrica. Impulsó el deporte de básquetbol. Estableció la hortaliza escolar en el terreno, reserva territorial del Municipio, ubicado detrás del actual palacio municipal y rehabilitó parcialmente el jardín municipal. Los actos cívicos como el homenaje a la bandera los lunes de cada semana, los desfiles del 16 de septiembre y 20 de noviembre cobraron nuevo impulso, así como las pequeñas obras de teatro con temas de la Independencia y la Revolución, en las que participaban no solamente los niños de la primaria sino también los adultos de la escuela nocturna; las llamaban “comedias”. Los cantos escolares eran apoyados por músicos de la localidad. Se elaboraba el periódico mural con regularidad. Gestionó la construcción de la Casa del Maestro, una modesta tejabana que estuvo ubicada en donde  está  actualmente el Jardín de Niños “Emiliano Zapata”.

Entre los alumnos de la primera generación de cuarto grado que formó el profesor Castillo Meneses se recuerdan los siguientes: Albino Tomínez, Concepción Mendoza, Tecla Santiago, Héctor Flores Villanueva, Efraín Mendoza Carvajal,  Esteban Martínez, Fernando Ordaz, Aurelio Altamirano Hernández, Pedro Tonel, Honorio Vásquez Martínez, Alejandro Nájera, Carlos Heredia, Simón Dehesa, Esteban Mendoza.(*)

En 1947, un alumno de esta primera generación, Aurelio Altamirano Hernández, obtuvo una beca para estudiar en la Escuela Normal Rural de Comitancillo,Oax.,y en 1953 obtuvo el Primer premio en el Concurso de la Canción Tehuantepecana,  efectuado  con motivo de la celebración del Primer Centenario de la Sandunga. Estos hechos fueron reconocidos como éxitos plausibles de la  nueva generación.

Una feliz coincidencia hizo que la escuela del pueblo tuviera su gran oportunidad de progresar.  Era director de la misma el maestro Castillo Meneses y funcionario de la Secretaría de Educación Pública el maestro Gustavo C. Hermesdorf, nativo de Santa María Petapa. En una de sus visitas al pueblo, adonde acudía para visitar a su señor padre, Don Erasmo C. Hermesdorf,  el maestro Gustavo  tuvo conocimiento de la  brillante actuación del Director, quien era a la vez el único docente y se daba abasto para atender las labores administrativos y docentes; y aun así  todavía le quedaba tiempo para realizar  las tareas comunitarias. Los dos hombres simpatizaron, pues ambos fueron siempre entusiastas, de ideas avanzadas, incansables trabajadores de la educación. De su encuentro surgió la idea de construir un nuevo edificio escolar.

El apoyo empezó a fluir, tanto del nivel federal (SEP) como del estatal a través de la Dirección Federal de Educación y de la Inspección Escolar de Zona. Se aumentó la plantilla docente y el maestro  Castillo Meneses quedó como director efectivo, con más disponibilidad de tiempo para atender sus múltiples tareas educativas. A principios de la década de los  ‘50 la Escuela  Primaria Federal “Vicente Guerrero” era considerada como de organización completa, con una plantilla suficiente para atender los grados del primero al sexto. Acudían  alumnos de las poblaciones vecinas de El Barrio y Santo Domingo Petapa a terminar sus estudios de Primaria superior en este plantel. Formaron  parte del  primer cuerpo docente, entre otros,  los profesores Juventino Martínez, Mario Takahashi, y la maestra Nory Estudillo Rosas,(*). La biblioteca escolar adquirió centenares de volúmenes selectos, cuyo catálogo parcial puede verse en el opúsculo intitulado “Breve Lista de Obras Recomendables”, publicado  por el maestro Gustavo C. Hermesdorf.

Fue muy importante la participación de los sucesivos  Comités de Educación que se organizaron  para  fortalecer la acción de la Escuela en la comunidad. Se distinguieron  en esta labor: Cipriano Martínez, Aurelio Brabilla, Salomón Ramírez, Francisca Vásquez, Adolfo Poblete, Luis Martínez, Pedro Orozco y Aristeo P, Flores, entre otros ciudadanos.

Se organizó también la Sociedad “Amigos de la Escuela”, que presidió don Erasmo C. Hermesdorf. Colaboraron activamente en esta organización además de los miembros del Comité de Educación las siguientes personas: Manuel Cruz,  Cipriano Vásquez, Roberto Celaya,  Martín Liceaga,  Alejandra Rivera, Lauro Mendoza,  Fernando Altamirano y varios ciudadanos más. Los ejecutantes de la Marimba “Yoloxóxhitl”, Leopoldo Brabilla, Alfredo Mendoza, Anatolio Hernández y Adalberto Mendoza, apoyaron con la ejecución de bailables  a los grupos escolares que participaron en los concursos regionales.  

Hacia 1950, dos alumnos más de la primera generación de cuarto grado del maestro Castillo, Efraín Mendoza Carvajal y Cenorino López Martínez, se habían trasladado a la capital de la república, donde continuaron sus estudios y en 1954 empezaron a laborar como maestros de educación primaria.  

En  marzo de 1954, Aurelio Altamirano Hernández se incorporó al equipo del maestro Gustavo C. Hermesdorf, en las oficinas centrales de la SEP, en donde colaboró muy cercano al maestro hasta  diciembre de 1956. Por esa misma fecha, cuatro  destacadas alumnas: Zoyla Poblete,  Rufina Brabilla Canseco, Lorenza y Etha Vásquez Mendoza estaban laborando ya como maestras de educación primaria, y otros ex - alumnos distinguidos, Andrés Martínez, Tizoc Vásquez, Fernando Ordaz, Feliciano Jiménez  y Juan Cruz,  se sumaron  a las filas de los trabajadores de la educación. Los integrantes de esa nueva generación se integraron en la Sociedad  de Estudiantes Petapenses,  que inauguró sus actividades  en  diciembre de 1956 

En 1955 la Escuela fue abanderada por las autoridades civiles, militares  y educativas en una brillante ceremonia que congregó a numerosos personas  del pueblo y de las localidades vecinas. Portó la bandera nacional la Señorita Silvia Vásquez Rivera.

El proyecto de la construcción del nuevo edificio escolar fue elaborado por el  ingeniero (*) comisionado por la Secretaría de Educación Pública. La primera piedra  fue colocada en 1951. Estuvieron presentes en el acto protocolario  las siguientes personas: Sr. Cipriano Vásquez , Presidente municipal (*); don Erasmo C. Hermesdorf, Presidente de la Sociedad “Amigos de la Escuela”;el Ingeniero comisionado por la SEP;  el Inspector Escolar de la Zona, Prof.. Rosalino Fuentes (*) Saynez ; y los señores Adolfo Poblete, Luis Martínez y Jesús Caba. El profesor Gustavo C. Hermesdorf  tomó las fotografías históricas del acto. Inició los trabajos un maestro albañil de El Barrio,(*).

Poco tiempo después, el profesor Castillo Meneses se trasladó a Santo Domingo Petapa, lugar de residencia de su familia y siguió conservando el afecto y reconocimiento del pueblo de Santa María Petapa, que años más tarde le tributó un  emotivo homenaje.

En 1951 se hizo cargo de la Dirección de la Escuela, el profesor Enrique Vásquez Cruz  El Ayuntamiento que estuvo hasta 1953 bajo Administración Civil, con Cipriano Terán, Presidente; Fernando Altamirano,  Secretario, y Víctor Vásquez, Tesorero; continuó los trabajos  y al término de  la construcción de los primeros salones de clase, todos los servicios se trasladaron a su nueva sede. Años  después,  siendo presidente municipal Alfredo Mendoza Vásquez, el Ayuntamiento entregó en comodato el  terreno y  el viejo edificio escolar, propiedades  comunales,  a  un  Patronato  dirigido por frailes  dominicos que se encargaron de remodelarlo y habilitarlo como casa parroquial. Durante breve tiempo estuvo instalada allí la Casa de la Cultura.

La Escuela Primaria de este lugar ha sido semillero de profesionales y dirigentes sociales que han alcanzado notables posiciones  en la vida pública.  A la lista de ex – alumnos que hemos mencionado  agregaremos los nombres siguientes de una nueva generación:

Luis Brabilla Ramírez, Profesor Normalista que se desempeñó como docente e  Inspector Escolar de Zona; actualmente jubilado.

 José Altamirano Hernández, Profesor Normalista, Psicólogo y Licenciado en Pedagogía, que se desempeña como Inspector Escolar de Zona, con 50 años de servicio;

Ángel Vásquez Santiago. Líder campesino. Dedicó sus esfuerzos a la defensa del patrimonio territorial del Municipio, afrontando peligros como ocurrió en los momentos  críticos de la invasión de los terrenos de Guivicía, en los años cincuenta. Fue Presidente Municipal, durante su gestión se dio prioridad al problema del agua potable y la organización del Comisariado de Bienes Comunales.

Cipriano Vásquez Carrasco. Líder  Campesino. Asumió la Presidencia Municipal,  contribuyendo a mantener  la estabilidad política en el Municipio y  la defensa del patrimonio territorial en los conflictos con los Municipios vecinos.

Eduardo Vásquez. Líder campesino. Fue Presidente Municipal y se ha distinguido por su participación en la organización del Comisariado de Bienes Comunales y la defensa del territorio municipal.

Germán Juárez Mendoza, Contador Público, dos veces Presidente Municipal y actual Diputado en la Legislatura del Estado, iniciador  de los trabajos de   pavimentación de las calles, drenaje, alcantarillado y agua potable, y un decidido impulsor de la educación popular; decidido defensor de los bienes comunales del pueblo.  

Julián Cruz Altamirano, Contador Público. Se ha desempeñado como Jefe de Servicios del Instituto Mexicano del Seguro Social en las Delegaciones Regionales del IMSS en los Estados de Veracruz  y  Jalisco. Actualmente es funcionario de la Delegación Regional del IMSS en Veracruz – Norte.

David Martínez Carrasco, Ingeniero, actual Presidente Municipal, que está dando impulso, entre otras áreas del desarrollo municipal,   a las obras de urbanización y  mejoramiento de la infraestructura  escolar,  a la  electrificación en el área  urbana y suburbana,  e importantes gestiones en materia de procesamiento de aguas residuales y vías de comunicación. Mantiene la honrosa tradición de defensa del patrimonio territorial del Municipio;

Rolando Cruz Altamirano, Ingeniero químico. Radica en Bratislava, capital de la República Eslovaca, que antes formaba parte de Checoslovaquia. Además de sus actividades profesionales en la industria, promueve la música folklórica mexicana (mariachis) con elementos de aquel país y han participado en el Festival Internacional que se celebra en Guadalajara, Jal.

Los hermanos Lauro y Belisario Mendoza Sosa, que han tenido un alto desempeño en su carrera profesional, y constituyen un buen ejemplo  de la proyección social que han alcanzado los alumnos egresados de la Escuela petapense.

Ramón Cruz Altamirano, Doctor en Ciencias, catedrático universitario. Actualmente es Director Regional del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT) Zona Centro que abarca siete Estados.

Lilia Cruz Altamirano, Socióloga y Maestra en Ciencias. Actualmente  realiza el  Doctorado en Ciencias. Viaja a diversos partes  de la República y de países  de Sudamérica en trabajos de investigación.

Otros distinguidos ex - alumnos, algunos aun  poco conocidos por ahora, y otros en franco camino de desarrollo,  luchan actualmente por ocupar posiciones relevantes como dignos herederos de la  cultura del esfuerzo que ha distinguido a las generaciones forjadas  en nuestra Escuela Primaria Federal “Vicente Guerrero”.







ALGUNOS DATOS PARA LA MONOGRAFÍA DEL PUEBLO DE PETAPA

ALGUNOS DATO S  PARA LA MONOGRAFIA DEL PUEBLO DE PETAPA                           
Fragmento de un lienzo histórico de Petapa, Oax.


“Por el rumbo dicho del Norte se halla situado, en templado temperamento, el Pueblo de Santa María  Petapa,  distante de su Capital, doce leguas, hay en el  convento de Santo Domingo, con cura de dicho Orden,  que administra a su corto Vecindario de Indios, ejercitado en el cultivo de la tierra.” OAXACA. Escenarios de su Historia. Pág. 63. Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca. Proyecto Editorial Huaxyácac.  1997.   (Tomado de Villaseñor y Sánchez, Joseph Antonio de. Theatro americano, descripción general de reynos y provincias de la nueva España. 2 tomos. Imprenta de la Viuda de Joseph Bernardo de Hogal. Edición facsimilar. México, D.F. 1952. Editorial Nacional. Pp- 184-186.)

Cl.IMA.                                                                      

El clima predominante en la región es cálido  subhúmedo, con lluvias en verano. En primavera y verano sopla el viento  sur ; es notable  la duración del temporal cuando predomina el viento sur ( julio, agosto y septiembre); y en otoño e invierno  sopla el viento norte, con lloviznas, noviembre, diciembre y enero). La temperatura media es de 24ª C.
                                                                   
Iglesia de la Asunción de María.  Villa de Petapa, Oax. Construida 
por los dominicos en 1700. Sede de uno de los 8 conventos  del Edo. 
de Oaxaca. En invierno las nubes cubren La Guacamaya y Tres
 Picos, montañas emblemáticas del paisaje de la región.

                                    
OROGRAFIA EHIDROGRAFIA.

El rìo de Petapa nace en las montañas de Guevea, situadas hacia el Sur., en la colina llamada Guigo daa, se dirige hacia el norte hasta desembocar en el rìo Malatenco, afluente del Rìo del Corte y este a su vez afluente del río Coatzacoalcos.
Hacia el norte, occidente y  oriente del pueblo hay formaciones montañosas. Hacia el sur hay lomerìos que pertenecen al municipio de El Barrio; las de occidente pertenecen al municipio de Santo Domingo Petapa. De   Loma Colorada, punto trino que colinda con El Barrio y Sto. Domingo hacia el norte, en el punto medio entre la montaña de Tres Picos (Guetzuna  y el cerro de la Guacamaya (guebehua) se encuentra la línea divisoria  del territorio de Santa Ma. Petapa hacia el oriente, la porción occidental es de Sto. Domingo Petapa. Hacia el oriente se encuentra un conjunto de pequeños cerros que se conoce con el nombre de La Majada, mismos que corresponden al municipio de Petapa. Al pie de estos cerros  existieron varias   lagunas  actualmente desaparecidas; todavía hacia mediados del siglo XX había una de regular dimensión en el lado poniente y hacia el lado sur varias  lagunetas, restos de lagunas más extensas. A esta circunstancia se debe el nombre de Lagunas con que  se bautizó la estación  establecida en el lugar cuando se construyó la vía férrea  del  Istmo conocido como Ferrocarril Nacional de Tehuantepec.


EL AGUA POTABLE.

En 1940 se introdujo el agua potable en Santa María Petapa, Santo Domingo Petapa y El Barrio. Se aprovecharon los manantiales ubicados a aproximadamente 15 kilómetros  en la montaña del municipio de Sto. Domingo. Se utilizó tubería de acero de 6” recubiertas de fibra y asfalto para protegerla de la corrosión. La red se conoce con el nombre de “·Charis”, en recuerdo  del general  juchiteco Heliodoro Charis Castro, quien gestión+o y obtuvo el apoyo del gobierno federal para la introducción del agua potable en estos poblados. Antes de la introducción del agua por tuberías, la población se surtía de agua de pozo ubicados a la orilla del río. Se trasladaba en cántaros de barro, cubetas de lámina galvanizada y en tambores de 200 litros en carretas tiradas por bueyes.

INCENDIOS EN LA SERRANIA.

En 1943 hubo grandes incendios en la serranía  occidental de Santo Domingo y del sur hacia Guevea y Guienagati, donde se ubican los manantiales que alimentan el rìo de Petapa. El incendio se originó en la región norte, por el rumbo de la sierra mixe y duró varios meses. La destrucción de bosques fue enorme. Al siguiente año, 1944,  con las lluvias de verano, hubo un crecimiento desmesurado del río grande y los desbordamientos inundaron toda la parte baja de los sembradíos ubicados al norte de la población, Hubo pérdidas considerable de tierras aptas para agricultura, que fueron prácticamente lavados por el río, quedando sólo extensas playas y lechos de piedras o cantos rodados. A partir de ese año (1944) el caudal del río fue disminuyendo año con año, al grado de que hacia 1960 el escurrimiento apenas llegaba a la décima parte del caudal de los años 40. 

FLORA

FLORA El guapinole, conocido con el nombre de biu gu en zapoteco  petapense, se encuentra también en Chiapas, en la región de Tuxtla Gutiérrez.  Cito aquí el párrafo del libro en que un viajero europeo refiere su hallazgo: …”Recogimos varias vainas y drupas desconocidas para nosotros, entre ellas la fruta del guapinol (Himenea  courbaril?) que contiene una harina alimenticia  de color amarillo-verdoso.”(*)
*Dollero, Adolfo. México al Día. Imprenta de la Vda. de Ch. Bouret. Pag.738. París-México, 1911.

El vocablo Petapa es conocido en varias regiones del sur del país. En el mismo libro  se  menciona la existencia de una hacienda llamada Petapa, ubicada  en el camino  de  Tuxtla Gutiérrez al poblado de Jalisco.  Por el rumbo de Jáltipan, en el estado de Veracruz, existe un  predio denominado Petapa en el área  de las explotaciones azufreras.
 El historiador José Antonio Gay al referirse  a José García Caballero , provincial dos veces de la Orden de los dominicos y asistente real en las oposiciones de la catedral de Oaxaca (finales del siglo XVIII), menciona que “Este religioso, invitado por  el sabio mexicano D. Antonio Alzate, se propuso investigar si Oaxaca producía el ámbar amarillo, tan estimado en Europa y México como rico pero exclusivo producto de la Arabia. Sabido es que antiguamente se creía que fuera éste un mineral, y que el doctor Hernández así lo calificó hablando del aposo lani o ´collar de cuentas que halló entre los indios. Sabido es también que en Prusia se encontraban bajo tierra depósitos abundantes de ámbar endurecido, del que se hacía un comercio activo en toda Europa. Pues bien, este religioso Caballero investigó que hacia Tehuantepec, por Petapa y en toda la tierra caliente, crecen ciertos corpulentos árboles conocidos con el nombre de cuapinoles, los cuales por sus ramas y tronco destilan un humor blanco que después toma, según él afirma, el color y la consistencia del sucino. Las raíces arrojan el mismo licor, que depositado a poca profundidad dentro de la tierra, con el transcurso del tiempo se endurece. Acaso así se haya formado el ámbar de Prusia y Arabia. De la tierra lo extraían los indios para venderlo en Tehuantepec y en Oaxaca como incienso, y algunas pequeñas cantidades se remitían a España como verdadero jarabe. El señor Alzate pudo conseguir que se lo remitiesen en estado de liquidez y preparó con él excelentes barnices. En fin, según presumía Caballero, la goma del cuapinole es verdadero ámbar, y pudo utilizarla el comercio cuando se servían de ella únicamente en las boticas.”(*)
En la actualidad se sigue obteniendo este producto en Petapa, aunque en pequeña cantidad y se expende como sahumerio o incienso. Los árboles de cuapinole  (nombre náhuatl, en zapoteco se llama biu gu) son escasos, no se cultivan, crecen silvestres y parecen estar en peligro de extinción como otras especies vegetales que en esta región son especies únicas, ejemplo: el árbol de  purga, especie aun no clasificada y verdaderamente rara, el guayabo enano o behuí nguetu, el yaa la nguiá que produce bálsamo y otras especies más.
(*) Gay, José Antonio. Historia de Oaxaca. Editorial Porrúa, México, 2006. Pág. 590.
Fragmento de un lienzo histórico de Petapa, Oax.

EL NOMBRE DEL PUEBLO DE PETAPA

El documento conocido como Plano jeroglifico de Santiago Guevea., en la página 17 hace referencia al Río de Petapa, de donde deriva el nombre del pueblo de Santa María  Petapa.)
 “La figura siguiente, cuarta (No. 5 en B) (véase grab. 2), se llama en la copia A Nisa quiego daa Agua del Río Petapa, en la copia B, abreviadamente, Quego daa, “río de petapa”, y en mexicano, Petlapan el nombre mexicano significa “ junto al agua de la estera de paja”, o “río de la estera de paja”, y lo mismo respectivamente, dicen los nombres zapotecas Guego daaQueco daa “ río de la estera”, niza quiego daa, “agua del río de la estera”. La figura muestra en la copia B (grabado 2) una colina chata, en la cual crece un árbol. Al agua se le trata de representar mediante una faja de color azul al lado izquierdo de la colina. En A (grabado 10)vemos también en color azul, agua que corre a la izquierda, y junto a ella (o junto a su manantial), un árbol frondoso. Nos parece  algo extraño el nombre”Agua del petate (estera) de paja”: pero se explica por el hecho de que para los mexicanos, el petate era, abstracta y fonéticamente, lo “plano, reluciente, liso.” Conforme a este sentido, podríamos traducir la expresión como “junto al agua tersa” o “río terso.” Por esta causa, también en diversos puntos del territorio mexicano-centroamericano se presenta como nombre geográfico el de  Petlalpan, Petapa. En contraste con los demás jeroglíficos en que entra como elemento el agua, ésta no está dividida en corrientes, sino con superficie tersa.
 “Seguro es que el árbol que se levanta junto al manantial también tiene significado. Tal vez debemos pensar en particular en un árbol que contenga en su nombre la voz Petatl, como los dos árboles llamados pepetla chiquiuitl, que Hernández describe como de Mayanallan, es decir, de los distritos de tierra caliente de Tepecuacuilco en el Estado de Guerrero.”
Debe  haber existido un plano jeroglífico de Santa María Petapa. No se tiene ninguna noticia de donde pudiera ser encontrado, por lo que es posible que  esté desaparecido. Petapa era  ya un pueblo de consideración en 1540, cuando el virrey D. Antonio de Mendoza ordenó la elaboración de las relaciones de los diversos pueblos del Virreynato. Ver la Relación de Tehuantepec.
Los nahuas o mexicanos, cuando dominaron la región istmeña y centroamericana, tradujeron al idioma náhuatl los nombres autóctonos. De esa manera “gueego daa” o “guigo daa” ( “diago daa”en dialecto petapense) traducido como “río de la estera” se transformó en Petatlpan, “río del petate”, como también ocurrió con “gui sii” (guee see en dialecto petapense) traducido como “cerro del tigre”, se transformó en  “Tecuani tepec”cerro del tigre. Otros ejemplos de estas traducciones son, en el Istmo: Juchitán, del zapoteco “Lahui  Guiee” ó “Laachi guieé” al náhuatl  Xochitltlán; Tlacotepec, del zapoteco “Guishi bicuche” o “Xibi” cuche” al náhuatl  “tlacote tepec”. Otros pueblos que se formaron posterior a la dominación azteca o que por su ubicación o significación no fueron objeto de traducción toponímica, conservaron sus nombres originales en zapoteco: Guevea, Guienagati, Laollaga, etc.

 En Centroamérica, en la República de Guatemala,  en el Departamento de Amatitlán  una importante ciudad se llama   San Miguel Petapa. El nombre se ha de haber basado indudablemente en las características del río aledaño, como ocurrió en Santa María Petapa, por traducción directa al idioma mexicano.
Existe una versión errónea sobre el origen del nombre de Petapa, que lo atribuye a palabras zapotecas “bi” (viento) y “tapa”(cuatro), supuestamente porque en el lugar soplan los cuatro vientos. La verdad es que los vientos predominantes en la región son el “norte”, que soplan en otoño e invierno, y el “sur” que sopla principalmente en el verano. La tradición oral, ampliamente conocida hasta mediados del siglo XX, conserva el nombre de “guigo daa” o “diago daa” como nombre autóctono de Petapa.  Este vocablo tiene su equivalente en  la lengua mexicana, que es  “petatlpan” con la connotación general de “río terso” o “río extendido como petate”, el cual sirvió como elemento toponímico en otros lugares, como en Centroamérica, en donde no se habla el zapoteco y la influencia náhuatl fue determinante en la nominación de los lugares. En ningún documento antiguo se menciona la palabra “cuatro vientos” en relación con el nombre de Santa María Petapa. La versión escrita conocida procede de un  artículo periodístico que escribió Ida Apendinni en el diario  Excelsior sobre la remodelación del templo  católico de Petapa. También aparece dicha versión en la monografía  de los municipios” editada por INEGI . Es de suponerse que la información recopilada provino de personas que no conocen los antecedentes históricos del pueblo. El nombre de pueblo deriva de Petatlpan (del nàhuatl petlatl , petate, estera  o extendido; y  pan rìo. Su nombre original en zapoteco es guigo daa o guego daa, que significa rìo del petate, (guigo o guego igual a rìo y daa que significa petate). En la variante zapoteca petapense, que se habla en  Petapa ( Santa Maríia y Santo Domingo, Guienagati y Guevea)  se pronuncia dyago daa,en donde dyago  ò dyaco significa rìo. La fuente documental en que se encuentra  el nombre del rìo que le diò nombre al pueblo es el conocido como còdice o Lienzo de Santiago Guevea (1) en el que se describe el cerro en que se ubica el manantial que da nacimiento al rìo.
Es importante mencionar que  los aztecas siguieron utilizando el nombre de rìo extendido o rìo de petate en otras localidades de su extenso dominio. Asì se sabe de San Miguel Petapa, en el departamento de Amatitlàn ,  Guatemala, en donde ciertamente no se habla zapoteco y sobreviviò el nombre  de Petapa, de origen nàhuatl.
Los aztecas, cuando  interactuaron con la cultura  zapoteca , hicieron la traducción  de los nombres zapotecas al nàhuatl y fue asì como quedaron en la memoria colectiva  las dos denominaciones para los pueblos màs antiguos. Otros  como Guienagati, Guevea y  Guichicovi  conservaron su nombre zapoteca, ya sea porque su formación fue más reciente o no fue mayor la influencia azteca en su desarrollo.



viernes, 16 de octubre de 2015

HIMNO AL MAESTRO. Letra y Música de Aurelio Altamirano Hernández.1955.









HIMNO AL MAESTRO
      Letra y Música de Aurelio Altamirano Hernández.


Maestro venimos a cantarte
este himno a tu muy noble labor,
a saludarte hoy, tu bello día,
que aviva el azul su resplandor.

Las flores su aroma delicado
te ofrendan a ti con su candor.
Tu pueblo entero emocionado
te entrega su leal corazón.

Las  flores que siembras en las mentes,
muy pronto su aroma esparcirán
en bien de la Patria y refulgentes
un mundo mejor anunciarán.

Maestro paciente y laborioso,
alegra tu espíritu inmortal.
Ya surge el principio vigoroso
del mundo que forjas con afán.



México, D.F. 1955.

TLACOTALPAN. Letra y Música de Aurelio Altamirano Hernández.


Tlacotalpan

                 Letra y Música de Aurelio Altamirano Hernández


Bajo un limpio cielo azul                              
que envuelve a la mañana,
Tomado de Lito Offset LEN S.A. de C.V.
para difusión cultural sin fines de lucro.
blancas nubes juguetean
con los rayos del sol.                                               
Gráciles  palmeras mecen
sus penachos con la suavidad
del  tibio céfiro  matinal.

Las hermosas torres  alzan
sus   blancas siluetas
sobre   el caserío..
Surges sobre el paisaje multicolor,
Perla del Sotavento,
como  un  romántico  vergel,                                                  
joya  acariciada
                       por los remansos de tu ancho río.

Saben tus noches de luna a  romances,
tiernos idilios que bordan promesas,
sueños  que tejen y riman poemas
que  cantan a la vida, la ilusión y al amor.

Cuando se derrama el Papalóapan
cubre su líquido manto  tus frondas,
tú te reflejas hermosa en sus ondas,
cual mágica ilusión
de una rosa  inmortal.

Luce con garbo gentil,
bella  tlacotalpeña,
tu precioso traje que
                       es todo  un primor.
Y tu regia  hermosura
Que tiene  el encanto de encender
la  flama del más sincero amor.

Mientras  tocan  la  jarana
el arpa y el requinto
sus típicos sones,
quiero  también cantarte mi gran amor,
tú que guardas con celo
y devoción la  tradición,
¡Linda tlacotalpeña,
veracruzana de corazón!

                    México, D.F., 12 de diciembre de 2012.

 auralther2@yahoo.com.mx


SIGNIFICACION DEL 5 DE MAYO DE 1862 EN LA LUCHA POR LA INDEPENDENCIA Y LA SOBERANÍA DE MÉXICO. Aurelio Altamirano Hernández.

SIGNIFICACIÓN DEL 5 DE MAYO DE 1862 EN LA DEFENSA
DE LA INDEPENDENCIA Y SOBERANÍA DE MÉXICO.
Introducción.
Los países con grandes recursos materiales o que poseen una  posición estratégica en la geografía política, son siempre objeto de las ambiciones de los países más fuertes. Por todos los medios,  las potencias  que basan su predominio en la posesión de armas y dinero intentan apoderarse de los territorios ricos en materias primas, como son las  minas  de oro, plata y otros metales,  los depósitos de petróleo, las grandes extensiones de tierras fértiles y de bosques maderables, así como de los recursos marinos, además de la fuerza de trabajo o mano de obra que representa una numerosa población.
México, nuestro país, desde los tiempos de la invasión de la Corona española hasta nuestros días,  ha sido objeto de la explotación de potencias extranjeras que de diversas maneras intervienen  en el manejo de los asuntos públicos, ya sea manipulando a gobiernos colaboracionistas o imponiéndose por la fuerza de las armas.

La lucha de México por su Soberanía e Independencia.

En el curso de esta breve exposición haré  algunas referencias  que parecen apartarse del tema principal que es el triunfo de las armas mexicanas en la batalla del 5 de mayo de 1862. Lo hago con el propósito de situarnos en el contexto histórico en que se ubica este episodio trascendental.
 La lucha entre Inglaterra y España por el dominio de los mares desde siglos atrás, condujo al reino británico  -- a finales del Siglo XVIII y principios del XIX, cuando  la armada española había dejado de ser una amenaza -- a promover y  ver con simpatía la emancipación de las colonias españolas en América.
Los Estados Unidos anglosajones que recién habían conquistado su independencia trazaron desde entonces su ruta de expansión hacia el Oeste y hacia el Sur, con la mirada puesta en las riquezas naturales de la entonces Nueva España y de Centroamérica, que de hecho constituían  una sola unidad geográfica, socioeconómica, política y cultural, como lo quiso ratificar infructuosamente el efímero primer Imperio mexicano.
La independencia de México no se logró con el Plan de Iguala, ni los llamados Tratados de Córdoba, ni con la entrada del ejército Trigarante en 1821. El Plan de Iguala fue una maniobra urdida por Iturbide para comprometer a Guerrero en una aventura que servía a los intereses de los criollos interesados en conservar la Nueva España fuera del dominio de Napoleón Banaparte que tenía invadida a España.
Los Tratados de Córdoba nunca fueron ratificados por el reino español.  O´Donoju  no vino como Virrey sino como Delegado de las Cortes de Cádiz para acordar la pacificación del país. En los acuerdos que suscribieron Iturbide y Juan O´Donojú se establece claramente el propósito de traer a un descendiente  de la Corona española a ocupar el trono de México, y solo por la negativa o inexistencia de un candidato idóneo podría el gobierno ser ejercido por otro individuo, cosa que aprovechó Agustín para proclamarse emperador.
Históricamente la  guerra de independencia se inició en 1810 por Hidalgo y sus seguidores; alcanzó su autoridad moral y legítima con el Acta de la Independencia firmada  en Chilpancingo el 6 de noviembre de 1813 y la Constitución promulgada en  Apatzingan  el 22 de octubre de 1814.. Se consolidó con la Constitución Federal de los Estados Unidos Mexicanos promulgada el 4 de octubre de 1824, que dio nacimiento a la República y liquidó los primeros intentos de restablecer la monarquía.

México como Objetivo de las Ambiciones Imperialistas.

A raíz de la primera independencia de México, a partir de la segunda década del siglo XIX, los EE.UU. anglosajones  en abierta oposición a las potencias europeas se aferraron a su doctrina  Monroe (1823), con el propósito de favorecer sus propios intereses en todo el continente americano. Esta situación repercutió en todos los países de América, especialmente en México por su cercanía geográfica y la significación estratégica de sus recursos.
Las contradicciones de carácter socioeconómico y político  existentes  desde antes en México, promovidas  por quienes veían en Europa la salvación del país y los que  luchaban por la verdadera independencia de la nación, promovieron la continuación de la guerra entre liberales y conservadores,  entre republicanos y monarquistas, hasta  abarcar los dos tercios del siglo XIX. Unos y otros se acusaban de traición; de un lado los que se entendían con las monarquías europeas y de otro quienes veían en la república norteamericana  un modelo a seguir.
La nación mexicana se encontraba muy debilitada económicamente y muy dividida en lo político, cuando Texas se rebeló contra el gobierno centralista y proclamó su independencia en 1836.  México no pudo someter la rebelión a pesar de los hechos heroicos de la batalla del Álamo de ese año. Texas solicitó  en 1845,  su  anexión  a los Estados Unidos y México en defensa de su dignidad  se lanzó  en 1847 a  una guerra con los EE.UU. que le resultó desastrosa y significó la pérdida de más de la mitad del territorio nacional, no obstante la defensa heroica de San Jacinto, Churubusco y Chapultepec.
En tanto, proseguía la lucha entre liberales y conservadores. Estos promovieron la guerra de 1857 a 1860, en  abierta oposición a las Leyes de Reforma y a la Constitución de 1847 que significaron el más serio golpe a las pretensiones de la Iglesia católica de seguir usurpando funciones propias de un gobierno civil, laico y democrático.
El triunfo del liberalismo en la batalla de Calpulalpan, en 1860, abrió la posibilidad de establecer un  sólido gobierno republicano en México. No conformes con su derrota, los conservadores integrados  en torno a la grande y pequeña burguesía, alentados por la Iglesia y los monárquicos, buscaron la protección de los gobiernos europeos y del Vaticano.
Esta era la situación en nuestro país, cuando   las contradicciones internas de la nación norteamericana dieron origen a la guerra de Secesión (1861-1865),  el enfrentamiento militar entre los federalistas del Norte y los confederados del Sur. En el contexto de las luchas de las potencias por extender su dominio  esta circunstancia  significó para Francia la oportunidad de intervenir en América, muy a despecho de la doctrina Monroe proclamada por los yanquis desde el 2 de diciembre de 1823. Napoléon  III  aprovechó la oportunidad que le brindaba la solicitud formulada por un grupo de mexicanos de instaurar una monarquía, se puso de acuerdo con Inglaterra y España y la armada anglo-franco española apareció en el puerto de Veracruz en 1862.
Napoleón veía la ocasión de encerrar a EE.UU: en unas tenazas que se abrían al Norte con Canadá francesa y por el Sur con México invadido por Francia y gobernado por un príncipe europeo. De esta manera creía cumplir con el afán imperialista de Francia y el deseo de los monarquistas mexicanos.

Los mexicanos defienden heroicamente su dignidad.

El primer gran revés de los  sueños  imperialistas  fue el triunfo de las armas mexicanas el 5 de mayo de 1862. Este hecho de armas retrasó el avance francés un año, hasta 1863 en que cayó la ciudad de Puebla en manos de los invasores.
La batalla del 5 de Mayo de 1862, coronado por el triunfo de las fuerzas liberales comandadas por Zaragoza y sus valientes generales, tiene una significación mayúscula como ejemplo de heroísmo de un pueblo que lucha,  casi inerme y acosado por la miseria, por la defensa de su soberanía e independencia.
Al año siguiente, 1863, Puebla cayó en poder de los invasores y más tarde casi todo el país. Sin embargo, la dignidad nacional se mantuvo incólume porque no faltaron patriotas a lo largo y ancho del territorio nacional que combatieron con las armas a la Intervención y defendieron heroicamente el derecho de México a la autodeterminación como nación libre y soberana.
Algunas reflexiones sobre los acontecimientos relatados.
Posiblemente sin proponérselo Napoléón III ayudó a los federalistas de Lincoln al hacer de  la invasión de México una barrera a la expansión de los confederados del Sur, que veían en nuestro país una gran reserva de recursos estratégicos.
El triunfo del ejército federal en Estados Unidos coincidió con el retiro de las tropas francesas en México, en 1867, al término del apoyo militar y económico por 5 años  convenido entre Napoleón y Maximiliano de Hapsburgo.
Algunos que hablan de historia pretenden atribuir el retiro de las tropas napoleónicas al triunfo de los federalistas del Norte de EE. UU. y  a la amenaza de la doctrina Monroe. En realidad, ni los Estados Unidos, recién salidos de la guerra civil, ni Francia con sus intereses amenazados en una Europa conflictiva, estaban interesados en un enfrentamiento  inútilmente desgastante.
El debilitamiento del efímero imperio de Maximiliano, que no pudo consolidarse a lo largo del lustro que tuvo el apoyo francés, debido a la férrea oposición y hostigamiento de las fuerzas liberales encabezadas por Juárez y una pléyade de patriotas, dio al traste con las pretensiones monárquicas e imperiales de los conservadores.
La restauración de la República en 1867 y la legitimidad del derecho de México a ser soberano e independiente tuvieron su confirmación en el Cerro de las Campanas con el fusilamiento de tres de  los principales cabecillas de la usurpación y la reacción del siglo XIX. Quedan pendientes  todavía  muchas acciones de consolidación de la justicia y la democracia en nuestro país. Varias generaciones han cumplido con sus tareas y corresponde a las nuevas generaciones continuar la lucha por la emancipación de México de las cadenas de la ignorancia, de la miseria y de los abusos de los poderosos.
AURELIO ALTAMIRANO HERNANDEZ.

(Este texto forma parte de un libro del autor en preparación)

LA FIESTA DE SAN MATEO. Referencias históricas en Petapa, Oax.México.

LA FIESTA DE SAN MATEO.

Referencias  históricas.

El 20 de septiembre de cada año se celebra en Santa María Petapa la festividad de San Mateo. Esta costumbre data de principios del siglo XX  o  quizás un poco antes, a finales del XIX.  Originalmente la imagen de San Mateo se veneraba en una casa particular ubicada en la sección tercera, al sur de la población habitada por una familia de ascendencia huave o emparentada con alguna gente  de los pueblos huave ( San Mateo, San Francisco, San Dionisio  y Santa  María del Mar) que  habitan la comarca de las Lagunas Superior e Inferior ubicadas en la costa del Pacífico en el Istmo Tehuantepec.
En la mañana  de ese día, por tradición se celebra una misa dedicada al Patrón de los Festejos, San Mateo.

El Paseo de la Regada de Frutas.

En la tarde es la regada de frutas; como coincidencia, el día de la fiesta llueve torrencialmente en la tarde y hay que realizar el paseo o convite temprano, pasado el mediodía, a fin de que cuando las aguas se precipiten la gente esté ya a resguardo bajo la enramada. 
El contingente que recorre las calles  está formado de la siguiente manera: al frente va la banda de música, le siguen los mayordomos de la fiesta, los ancianos o “chagolas” portadores de las velas dedicadas al santo, el grupo de danzantes llamados “mareños” ,las mujeres ataviadas con el traje típico antiguo, huipil bordado de flores o grecas y falda de enredo de tela azul  o con rayas rojas verticales, portando canastas o “tenates” con flores, camarones y pescaditos secos;  atrás vienen  los hombres vestidos de blanco con paliacate anudado al cuello, sombrero de palma con adorno de camarones tejidos de palma. No se sabe cuándo este adorno se deformó  en figura de alacrán; pero originalmente es de camarón, pues se trata de una fiesta de los “mareños”, pescadores por excelencia.
En general, el paseo es igual al de todas las fiestas tradicionales. Se inicia con una marcha o paso doble y quema de cohetes. Se recorren las principales calles del pueblo; en cada esquina se hace alto para que los danzantes bailen los sones de la región y uno que se llama Son de las  Mareñitas.  Cuando llega el turno de la Sandunga se baila normalmente como de costumbre el son, y en el intermedio, antes del zapateado, se establece un intercambio de versos, “pique” o “contrapunteado” entre mareño y mareña. Empieza el hombre con verso provocativo y la mujer le contesta en el mismo tono. Continúa el son y en el siguiente intermedio resurge el diálogo picante, con el regocijo y el aplauso del público.
La costumbre de recitar los versos satíricos  de la Sandunga se estableció en la fiesta de San Mateo, en Petapa, a mediados del siglo XX.  No existe un registro escrito de los antiguos versos; su contenido fue variando cada vez según el ingenio de los autores. En general, se puede decir que siempre han sido jocosos o satíricos, llenos de picardía y de crítica social. Haciendo un esfuerzo de memoria y basándome en relatos de amigos y familiares he podido reconstruir y en varios casos remodelar por completo,  conservando la idea tradicional, algunos versos que incluyo a continuación.

 En la noche se celebra un baile.

Antiguamente se realizaba bajo la enramada, hecha de orcones y travezaños de madera y cubierta de palma. Lo asientos era bancos de madera, largos como de cinco metros, y se iluminaban con lámparas de gasolina. La  “tocada” era a cargo de la banda de música  o de algún conjunto de marimba orquesta. En la actualidad  se usan techos de lona, con soportes de tubos metálicos y asientos metálicos plegadizos; la iluminación es eléctrica y es amenizado por conjuntos electrónicos.