GUSTAVO C. HERMESDORF.
El profesor Gustavo
C. Hermesdorf nació el 12 de abril 1915 en Santa María Petapa, distrito de Juchitán,
Oaxaca (México) primogénito de Erasmo C.
Hermesdorf , originario de Petapa y de Florinda Caba, nativa de Ixtaltepec.
Trabajó como maestro de educación primaria y en las décadas de 1940 y 1960
laboró como funcionario de la Secretaría
de Educación Pública, en la Dirección
general de enseñanza primaria en los Estados y Territorios, dependencia
conocida entonces como “Rurales”. Fue colaborador de los maestros Lucas Ortiz, Ignacio Ramírez López y Claudio
Cortés Castro que fungieron como titulares de la Dirección general. Poco tiempo
después de su jubilación falleció el 24 de mayo de 1973.
Sus restos reposan en el cementerio de su pueblo natal Santa María Petapa, Oax.
Es ampliamente conocido el apoyo
que brindó al fomento de la educación en numerosas comunidades del país,
particularmente en el Istmo de Tehuantepec. Los escritores Alberto Cajigas Lagner,
de Tehuantepec y Gabriel López Chiñas, de Juchitán, fueron muy amigos
suyos y recibieron su apoyo para la difusión
de sus obras literarias. A su oficina acudían
a saludarlo numerosos maestros e
inspectores escolares de diversas zonas del país.
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En Petapa promovió el mejoramiento de la
educación primaria, elevando la categoría unitaria de la escuela primaria
federal “Vicente Guerrero”, de un solo maestro,
a la de organización completa con una planta de 7 maestros incluyendo al
director efectivo. En los primeros años
de la década de l950 a dicha escuela acudían también los alumnos de
los grados 5° y 6° de Santo Domingo Petapa y de El Barrio, comunidades que entonces no contaban
todavía con la estructura escolar para atender esos grados.
Fue importante la colaboración
entre los maestros Gustavo C.
Hermesdorf y Leopoldo Castillo Meneses,
director de la escuela primaria en Petapa y originario de Juchitán para
consolidar los adelantos de la educación en el pueblo. Ambos se esforzaron por
lograr que se construyera el nuevo centro escolar, que se completara la
plantilla de maestros y que se iniciara la formación de una generación de
estudiantes que alcanzaron más altos
niveles de estudios en instituciones de educación superior.
Su biblioteca personal la donó a
la escuela primaria del pueblo, misma que sirvió de base para la formación de
la nueva que lleva su nombre y que actualmente se encuentra ubicada en el
palacio municipal. Cabe mencionar, para evitar confusiones, que el nombre que
el maestro utilizó siempre para su identidad personal es Prof. Gustavo C. Hermesdorf, que se debe considerar y respetar como
su identidad histórica.
Lo conocí personalmente. Éramos
vecinos en el pueblo. Trabajé a sus
órdenes durante tres años en la SEP. Hombre honesto, inteligente, de una gran capacidad intelectual, de ideas
avanzadas, escrupuloso en su manera de vivir, impecable en su forma de
expresarse, siempre fue un digno ejemplo para quienes lo tratamos de cerca. Su
muerte fue una pérdida muy sentida, ocurrida en 1973 cuando estaba en plena
madurez de sus grandes dotes de educador.
Aurelio Altamirano Hernández.
Petapa, Oax. Febrero de 2015.