EL JUGADOR DE LOTERÍA
Aurelio Altamirano
Cuento
Era éste un jugador empedernido, un hombre convencido del valor del dinero como
símbolo innegable de los éxitos materiales.
Había
oído decir que el dinero es muy celoso;
exige que se le quiera, que se le dedique mucha atención; si no se le
aprecia, se enoja; es vengativo, se esconde y hasta huye en busca de alguien que lo cuide, lo mime y lo atesore.
Era todavía un muchacho inexperto cuando escuchó
de labios de un maestro que el dinero no es la felicidad, pero que es lo que
más se le parece. No estaba seguro de que apostar a un número, de pura
corazonada, tiene sus razones tanto como
escogerlo basado en el cálculo de probabilidades tiene también sus fundamentos.
Sobre esto hacía comentarios frecuentes con otros jugadores, mostrándoles sus
tablas estadísticas y presumiendo de sus
sorprendentes aproximaciones a los premios mayores.
--Cualquier
día de estos le pego al “gordo”--, se decía a sí mismo con mucha seguridad. Se
ejercitaba para recibir la gran sorpresa
con serenidad, con aplomo, con calma, con los nervios bien templados.
Cuando
alguien le preguntaba el porqué de su afición a la lotería, contestaba:
--La lotería es el impuesto voluntario que se paga al
optimismo. Negar que te puedes sacar un premio es ser pesimista, o cuando menos
escéptico, que para el caso es lo mismo. Todos los días apuesta uno a que
vivirá un rato más. Al lado de ese anhelo está la angustia que te
recuerda lo transitorio de la vida: no lejos de la ficha de la buena suerte está
la jugada que te hará perder; sin embargo, es más fuerte la ilusión y la esperanza nunca
muere. ¿Por qué no aumentar los puntos a
tu favor apostando a la lotería?..
Emocionado, continuaba
diciendo:
El caos es un conjunto de
sistemas en proceso de coordinación. El azar nos parece un desorden; pero, en realidad es una serie de eventos perfectamente
coordinados para llevar a un resultado preciso. No se mueve nada a capricho. Las leyes y principios se cumplen a la
perfección…Lo que tiene que suceder ocurrirá…la incertidumbre sólo se refiere a
en qué lugar y en qué momento se
realizará…. No faltará quien diga que soy un loco; pero…¿Acaso no sabios
eminentes como Pascal y Fermat se ocuparon del cálculo de probabilidades?...Célebres
matemáticos se han ocupado de las reglas
del azar. Los empresarios, los políticos, todos aquellos que manejan eventos aleatorios basan sus
decisiones en probabilidades; se decidn por las alternativas que ofrecen más
posibilidades… Así es que no estoy sólo. Las estadísticas apoyadas en la informática no valdrán seguramente para
todo porque tienen también sus limitaciones, según como se les maneje; pero son
el único instrumento útil para entender el complicado universo de la
incertidumbre…
En cierta ocasión un amigo
le dijo:
--Cuando la suerte dice
que vas a ganar el premio te llega en el
momento menos esperado y no necesitas estar rompiéndote la cabeza pensando en
cómo hallarla. Deja tus cálculos, la fe es la que cuenta.
--No, mi amigo --le contesta--, La suerte hay que buscarla.
Hay que interrogar a la fortuna, acosarla en su escondite, espiar por dónde
anda, perseguirla de día y de noche. Y cuando la hueles cerca, cuando sientas
las cosquillitas de ella o se te prende el foco de la inspiración, tienes que
echarle ganas a tu esfuerzo, tenderle a la suerte tus mejores redes y
cortejarla apasionadamente…
-- Sí, pero por muy
conquistador o calculador que seas, esa
propiedad misteriosa del azar, lo impredecible, echará por
tierra todos tus cálculos. Jamás
te explicarás por qué el premio mayor cayó en cero cuando todo indicaba que los
buenos eran el 6 y el 4.
No conforme con esto, su
amigo insistió:
-
Ahí tienes el caso de Perico el aguador. La
tarde del 24 de diciembre, con motivo de la fiesta de Navidad, su patrón
repartió los aguinaldos a todo su
personal. El pobre de Perico se apareció cerca de las ocho de la noche, de
regreso de un largo día dedicado al reparto de los botellones de agua. Después
de acomodar los botellones vacíos, dar de comer y servirle agua a la mula se
dirigió a la oficina para recoger su salario semanal. Al patrón se le había
olvidado incluirlo en la nómina del aguinaldo.
Para esa hora ya no había efectivo en la caja. Su patrón salvó la
situación entregándole un modesto cheque; además sacó de su escritorio una
serie completa de varias que había comprado para el sorteo mayor que jugaba esa
noche y se la entregó deseándole suerte.
Cuando se supo el resultado de la lotería, el asombro fue mayúsculo y la
noticia conmocionó a todo el pueblo. ¡Perico, el aguador, se había sacado el
premio gordo de los diez millones de pesos!...
Una
tarde, el jugador, paseando en la Alameda, veía el transcurrir de vehículos y personas como el fluir de los
glóbulos rojos en las arterias. Ensimismado, reflexionaba:
- Todo
en la Naturaleza obedece a un orden. El Universo es una máquina perfecta. El azar no es más que un juego de adivinanzas.
Las soluciones están escritas en una computadora que te puede mostrar cien o
mil millones de alternativas antes de darte la respuesta correcta. En la
lotería, el movimiento de las pelotitas de los números dentro de la esfera que
gira tiene también sus reglas. Antes no me explicaba yo por qué la gente al
comprar un billete, insistía en que le dieran uno terminado en 9, en 8 o en 6. Decían: “Yo
quiero terminación 5, que no ha salido”;… “El bueno es el 1, tiene semanas que
no aparece”;… “Va a caer en 7, número cabalístico”:… “No, la cábala dice que el
3 tiene su misterio, por eso lo juego”;…Son frases a las que yo no le encontraba
significado alguno.
Ahora
comprendo las mil razones por las que la gente escoge o prefiere los números esperados, próximos a caer o a salir;
son aquellos que como frutas maduras nada más esperan el soplo de la fortuna
para desparramarse en millonadas de pesos. ..Muchos números ya tuvieron su día
de gloria…otros más están morosos y se resisten a salir…A lo mejor ahora o en el siguiente sorteo…la
semana entrante, quizás; el mes que viene… tal vez. . ¡Quién sabe!...!Hay cada
sorpresa!...
Recordó
algunas de las premisas de sus cálculos:
Todos los números tienen las mismas probabilidades de salir premiados.
Naturalmente los que ya recibieron premio disminuyen temporalmente sus
posibilidades de repetir; pero se han
dado casos de que al cabo de un tiempo vuelven a ser favorecidos. No sólo hay
que apostar a las terminaciones que nada más son diez; las decenas, centenas y
millares merecen ser tomadas en cuenta pues también tienen sus reglas de
aparición. Las reglas de los números que muestran las estadísticas son
fascinantes.
Sin
ver cuánto miraba, continuó en su monólogo:
- Después
de todo creo que la gente tiene razón al confiar en la suerte ciegamente. ¡No
estaré perdiendo el tiempo con mis farragosos cálculos?... Hacerle caso a esas
fantasías… ¡No es algo así como hacerle al loco?... Cuando la fortuna dice a
ganar es ¡A ganar!..... No necesitas exprimirte los sesos para encontrar el
caminito…..Pensándolo bien, es cansado calcular frecuencias, densidad de
probabilidad, tendencias, variables aleatorias, probabilidades acumuladas,
conjuntos de reemplazamiento, intersecciones….!Una locura!... De aquí en
adelante si tengo que apostar será mejor hacerlo a lo primero que se me ocurra. Después de todo ¿quién me asegura que en la
lotería no hay trampa?... Los que controlan los billetes vendidos pueden dejar
un huequito para anotar después del sorteo como vendido el billete premiado,
así van a lo seguro al comprarlo…al rellenar la tómbola pueden dejar afuera los
números vendidos y dejar los premios mayores en casa, ganancia de la lotería….
los “gritones” que anuncian
los números agraciados pueden estar manipulados…los inspectores de
gobierno se pueden hacer de la vista gorda… en fin, el ingenio humano para
estafar es prodigioso.
En
el camino, de regreso a casa, echó una mirada a su libreta de cálculos, fruto
de muchos meses de laboriosos registros de números premiados, aproximaciones y
terminaciones; en un arranque de fastidio la rompió y arrojó los pedazos al
bote de basura más cercano. De nada le serviría de hoy en adelante. Había
adquirido ya la serie prevista por sus
cálculos y en lo sucesivo jugaría al azar…..¿No se sacó su vecino, el
peluquero, el segundo premio con un “huerfanito” que compró en la calle con
vendedor ambulante?...El abogado que trabaja de defensor de oficio en el
juzgado se sacó el premio mayor la primera vez que jugó, después de muchos años de estarse burlando de los que él llamaba “viciosos” del
juego…¡Y Perico, el aguador!... el mismo que ya multimillonario se reía de las
señoras encopetadas “de sociedad” que
iban a pedirle ayuda para las obras de caridad, llamándole “don Pedro”, las
mismas que torcían la nariz al verlo entrar sudoroso a sus casas con el
botellón de agua al hombro.
Exhausto
por las tensiones del día, subió pesadamente las escaleras hasta el cuarto piso
a su departamento de soltero. Arrojó su portafolios sobre el sofá y apenas se
quitó los zapatos para recostarse cuando
un sueño profundo le invadió y le hizo olvidarse de que venía la noche de Navidad…. De pronto, se siente en
medio de un torbellino que gira vertiginosamente hacia el infinito….Roza las constelaciones
y las galaxias, vaga por el cosmos una eternidad y finalmente se posa sobre el
terciopelo azul del firmamento… Las estrellas parecen estar al alcance de sus
manos; en efecto, le basta estirar el brazo para tocarlas y extrañamente no
están calientes, sino frías y refulgentes como diamantes……Al mirarlas de cerca
se convierten en esferitas de oro que tienen grabados los números de los
billetes de lotería que había jugado desde años anteriores y que tenía
olvidados….
Un
zumbido trepidante como de terremoto lo
arroja hasta un foro iluminado por potentes reflectores. Un coro de risas y
silbidos lo estremece. … Escudriña en la oscuridad del graderío y ve miles de rostros que se
carcajean. Son los afortunados ganadores que confiaron ciegamente en la suerte
y recibieron su premio… Ahora asisten a la celebración del sorteo mayor del
año…Azorado abandona el escenario y busca afanoso la salida. Una puerta se abre
y el Jugador se lanza desnudo y desesperado por las calles desiertas de la
ciudad.
Despierta
sobresaltado, con el corazón dando brincos como queriéndosele escapar. Le falta aire y su cabeza parece que se le va a reventar. Hace un esfuerzo por convencerse de que es sólo una pesadilla e intenta volverse a dormir….otra vez el torbellino y el viaje a
través del universo desconocido….
La Nochebuena cubrió la ciudad con su manto de
luz y alegría. Las familias se reunieron jubilosas para celebrarla llenas de fe
y esperanza. La vida y el amor reclamaron sus fueros y se vivieron horas de
felicidad…. Allá en los barrios pobres,
en los suburbios donde reina la miseria la Navidad no tuvo más escenario
que lo mismo de siempre: desesperanza, frío
y hambre…
En
la madrugada, los noctámbulos que circulaban
en la arteria principal de la ciudad miraban con curiosidad la
marquesina del edificio de la lotería en donde
se destacaban, sobre el fondo
extrañamente azul sin nubes de la noche invernal, como estrellas refulgentes las cinco cifras
del número agraciado con el premio mayor. … Una serie completa del billete
afortunado se agitaba con desesperación y
buscaba afanosamente escaparse
del portafolio arrumbado sobre el sofá.
El Jugador .amaneció muerto víctima de un derrame cerebral.
México,
septiembre de 1995.
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