LOS GRANDES INICIADOS
Por Aurelio Altamirano Hernández.
Este
tema es uno de los más interesantes para el que quiera interiorizarse en los más recónditos vericuetos de la
cultura. Se refiere a personajes ajenos a la mitología y cuya existencia
histórica está probada. Se trata de individuos
de una gran personalidad fortalecida por un intelecto excepcional y una formación moral fuera de lo común, que
dejaron huellas de su pensamiento y de
su acción en el devenir de la Humanidad.
Son mostrados como ejemplos a seguir o paradigmas de las alturas a que puede
llegar el hombre común si el trabajo, el estudio y las virtudes guían su vida.
En
la mayoría de los trabajos sobre este asunto se hace alusión a Rama,
Krishna, Hermes, Moisés, Orfeo, Pitágoras, Platón, Jesús, Zoroastro, Buda,
Mahoma, Kang Fut Ze ó Kung Fu tzu (Confucio), a quienes se atribuye en la
mayoría de los casos la fundación de religiones; sin embargo, es necesario mencionar que
varios de ellos como Buda, Platón y
Pitágoras fueron eminentes pensadores
que no crearon una religión, Su obra tuvo un fuerte impacto en la
filosofía, en las áreas de la ética y la moral, y en el mundo de la ciencia y
las artes.
La
lista mencionada es la que se maneja con mayor frecuencia; pero debemos pensar
en que es solamente enunciativa, pues existen en la historia del pensamiento
humano grandes figuras que merecen ser
consideradas como iniciadas en los más recónditos y refinados conocimientos de que es capaz el cerebro humano. Es posible enumerar una larga lista de eminencias,
pero podemos mencionar por ahora como
ejemplos a Lao Tze, Copérnico,
Galileo, Leonardo Da Vinci, Giordano
Bruno, Goethe, Erasmo de Rotherdam, Gandhi, Marx, Einstein y queda pendiente de examinar una extensa
galería de creadores de la filosofía, de
las ciencias y las artes.
Se
les llama iniciados porque de alguna manera secreta, discreta, íntima o privada empezaron
una nueva vida plena de grandes aspiraciones. La
iniciación la confiere una circunstancia especial del individuo, relacionada con la fortaleza del talento y la virtud, con
la disciplina del carácter, el control del temperamento y el apego a los
principios del conocimiento racional.
Las ceremonias que se practican en algunos ritos simbólicos son útiles porque
materializan para el neófito la entrada a un mundo nuevo, a un universo en que los objetivos son muy elevados, que
están por encima de lo común, y cuyo alcance sólo es posible para aquellos que
saben poner toda la fuerza de su voluntad en el estudio, el trabajo y el cabal
cumplimiento de las virtudes y logran
cavar pozos profundos a los vicios.
Córdoba,
Ver., 12 de noviembre de 2015. auralther2@yahoo.com.mx
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