jueves, 7 de mayo de 2020

EVOCACION. Poema



                                 EVOCACION
                                  Aurelio Altamirano Hernández.
Para recitar suavemente  al atardecer, junto al mar, bajo un crepúsculo encendido de carmín y oro, en recuerdo de  los años mozos.

No sé por qué los hálitos postreros
Del día azul que muere en lontananza
Agitan tu recuerdo en el ambiente,
Para evocar los  ósculos primeros
Que tiemblan tiernamente en la añoranza
Y la pasión de nuestro amor vehemente.

Tu imagen vuelve a mí cuando la tarde
Se envuelve misteriosa en leve tul
Y enciende su crepúsculo dorado
En infinito pebetero que arde
Sobre un etéreo cortinaje azul
Tejido de  zafiro  y de brocado.

Como si fueran joyas deslumbrantes
Despliega el mar  sus  límpidos  encajes
Al soplo acariciante de la brisa,
Espumas que al quebrarse en mil diamantes
Al breve resplandor de los celajes
Semejan el fulgor de tu sonrisa.

Como ésta muchas tardes luminosas
Se fueron como se van los sueños inasibles
Tras la quimera de un amor en vano.
Como si fueran leves mariposas
Llevándose mis ansias imposibles
Alzaron vuelo hacia un mundo lejano.

Pero hay sol, quizás por un instante;
La vida excita sus preciados dones
Para ofrendar su iris vespertino
En el altar de Venus rutilante.
¡Espera, Juventud, no me abandones!
¡Hay rosas que cortar en el camino!

AURELIO ALTAMIRANO HERNANDEZ.
Enero de 1957.

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