viernes, 15 de mayo de 2020

NO SON CONFIABLES LAS SOCIEDADES DE PADRES DE FAMILIA


El gobierno federal está entregando dinero público a las sociedades de padres de familia (SPF), que pertenecen al grupo  de las asociaciones civiles y organizaciones no gubernamentales que no rinden cuentas claras  de sus actividades económicas y no son objeto de auditorías.

El mantenimiento de  la infraestructura de las escuelas públicas es  función de la Secretaría de educación pública y de las autoridades estatales y municipales en sus respectivas áreas de responsabilidad.

Si las sociedades de padres de familia quieren cooperar en el mejoramiento de los planteles educativos es a título de asociación privada con fondos  obtenidos de donaciones o subsidios de sociedades de beneficencia legalmente reconocidas. Y la obtención de esos recursos debe ser transparente, porque las donaciones se prestan a lavado de dinero y evasión de impuestos.

Las sociedades de padres de familia han estado operando al margen de la ley al exigir cuotas por la inscripción de alumnos. Las autoridades educativas no han hecho nada para remediar esta anomalía.Ahora es un tanto peor,  porque se les entregan recursos federales cuyo ejercicio requiere de una planeación y programación, de transparencia y rendición de cuentas.

Las SPF han sido utilizadas por la reacción conservadora para reforzar sus frentes  de oposición. Si el gobierno les hace la concesión de manejar recursos públicos como una estrategia o táctica para frenar la ola de críticas de la derecha, apenas tiene explicación, pero no justificación.


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